divendres, 7 de setembre del 2012

El cofre del recuerdo


Recuérdame siempre, preferiblemente por lo bueno. Pero recuérdame siempre, por favor. Quiero que se te diluya una sonrisa en el rostro cuando acuda a tu memoria. Haré lo posible por aparecer como la estrella fugaz en la noche que viene a velar por algún deseo secreto frustrado tuyo y que sólo a mí me concediste el privilegio de oír de tus labios en un arranque de franqueza. De inusitada sinceridad con la que me conferiste el don de ahondar donde más de uno habría entregado un trocito de su alma para acceder ahí.
Sí, soy uno de los elegidos en ser depositario de la llave de acceso al fondo del armario donde guardas valijas de incalculable valor, pero también muchos fantasmas de consistencia opaca. Yo era uno de los pocos que pudo abrir las contrapuertas de par en par y airear el ambiente carcomido y extraer un poco más de lustre a esas joyas antes que el absurdo ostracismo les menguara el brillo.Recuérdame cuando estés feliz y estés afligido. Observa fijamente a la Luna porque seguro que yo también estaré embelesado maullándole confesiones como un gato rojo.
Cuídate.
Llorenç
P.D.: Espero que no te importase que me llevara una de las joyas preciosas del fondo de tu armario porque sé que yo le sacaré más rendimiento y, así, contribuir a tu inmortalidad. Por eso, para restablecer ese hueco, te dejo mi recuerdo dentro de un cofre para que lo abras cuando lo necesites.